Otra vez cae el manto negro de la noche. Así caen mis esperanzas... mis ilusiones.
Mi amor, cuan grande es lo que siento por ti. Tanto, que todas estas noches son tristes, porque no estás aquí.
La verdad es que te amo, como nunca amé a nadie y no tengo un instante en el que deje de pensar en ti.
La verdad es que sí tu no vienes, yo moriré de amor, mi alma se extraviará entre las demás y mi corazón no palpitará con alegría, como lo haría al verte a ti.
Desde la primer vez que te vi, cuál rosa con hermosos pétalos y aroma exquisito, quise tenerla para mi. pero fue un deseo y nada más. Una fantasía que sólo existió en mi alma, ahora triste y desolada.
La verdad es que sí tu no vienes, yo moriré aquí.
Escrito el 19 de febrero de 1991.
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