martes, 19 de marzo de 2013

EL AVIONCITO



Ya no estás, pero quiero contarte que aún vuelo, me estrello con las nubes, acompaño a los pájaros,  me como el viento, atravieso el sol y duermo en la luna.
DISTRITO DE AGUABLANCA, CALI, 1986.

Con un balde vacío entre sus cortas piernas esperaba paciente. Habían unas 15 personas delante, una tras otra. Un diminuto carro de plástico colgaba de una de sus manos, mientras que con curiosidad asomaba su cabeza para ver como el primero de la fila ponía su balde debajo del grifo. Miraba el agua que caía a borbotones, hasta que un fuerte ruido del cielo obligaba a que inclinara su cabeza, y sus ojos se clavaran en el avión que volaba encima de todos.

La noche de navidad era su ilusión. Sabía, como todos los niños que algo llegaría para él. Acostumbraba a jugar con otros niños en un lote donde llegaban las volquetas llenas de materiales para reciclar. Corría y con emoción buscaba y rebuscaba juguetes entre recortes de revistas, alambres de cobre o latas de cervezas.

Con el balde lleno y su carrito en el bolsillo, las dos manitos se aferraban en la manija para alzarlo y caminar torpemente llevándolo en medio de sus piernas hasta su casa. Sus pies empezaban a mojarse con las diminutas olas que se formaban en cada paso dado sobre el piso tosco y polvoriento.

Sus juegos más emocionantes eran correr tras las volquetas que llegaban a tirar toda clase de materiales que luego eran recogidos para llevarlos a la chatarrería que había por su casa. Sólo el ruido que aparecía en el cielo todas las tardes era capaz de frenar ese impulso y congelar su mirada inclinada hacia arriba.

El balde llegaba con el agua a la mitad hasta la cocina de su casa. La oscuridad y los zancudos empezaban a invadir el entorno y sólo eran espantados por una mecha encendida que se escapaba por un roto de la tapa puesta en un frasco lleno de petróleo. Con la misión cumplida, sacaba el carrito de su bolsillo para emprender otra de sus aventuras, esta vez solitario y casi en la penumbra.

Con el ruido de los grillos y chicharras, llegaban los pasos de su papá, resonando en la tierra. Su corazoncito acelerado, lo empujaba para salir a recibirlo. Un abrazo era lo único que llegaría para él, tan grande, que era suficiente como para dejar de soñar con lo que anhelan tanto los niños una noche de navidad. La ilusión se iba con el ruido que se apagaba en el cielo.

Mientras algunos niños jugaban con un juguete nuevo, el pequeño estaba de nuevo en la fila, con el balde en el piso y su carrito en la mano. De nuevo el sonido de los aviones lo desconcentraban y sus ojos brillaban mientras los veía recorrer las carreteras del cielo. Soñaba llegar sin caminar torpemente con un balde entre las piernas, soñaba corretear encima de las nubes y jugar a atravesarlas manejando su propio avión.

Esa tarde no llegaría hasta la cocina con el balde hasta la mitad con agua. Al entrar a su casa, en la sala, estaba su tía. Los bracitos soltaban el balde para lanzarse sobre ella. La tía traía consigo una cajita que le entregó después de un abrazo y una cargada. Abrirla fue cuestión de segundos. Su emoción le hizo olvidar las veces que le tocaba ir una y otra vez por el balde con agua hasta la esquina de su casa para que su mamá pudiera cocinar, lavar la ropa y hacer el jugo. Ahora gozaba la vida abalanzando el juguete en el aire por toda la casa hasta salir a la calle. Ahora podría volar, estrellarse con las nubes, acompañar a los pájaros, comerse el viento, atravesar el sol y dormir en la luna. la cajita estaba marcada:
para: Alex… 
de: niño Dios. 

Aún lo conservo. 

5 comentarios:

  1. Buen relato. Me ha gustado el principio asi es que lo he leido entero. Bueno, si senor.

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  2. Los duelistas, Es un honor recibir tu comentario. Gracias

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  3. Que ternura Alex, hiciste brotar recuerdos húmedos cristalinos en mis ojos. Fué mi Tio en una navidad con una cajita...........de colores prismacolor, con los cuales plasmé durante años mis sueños y añoranzas.
    Gracias.

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  4. recordar es vivir ... revivir la memoria dormida es fantasticooooo ... Gracias por tu relato!!

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