lunes, 12 de diciembre de 2011

Gracias por seguir este camino.

A esas dos mil ochocientas almas que creen en un camino, que están convencidas de que los sueños son posibles y de que el trabajo de corazón por las comunidades menos favorecidas debe tener un espacio en las políticas públicas, Gracias miles por seguirme.
A ustedes y a los que aún no creen, un mensaje les envío: Seguiremos trabajando, seguiremos caminando, seguiremos empeñados en que Sí es Posible. Como el ave Fénix, nos levantaremos y seguiremos insistiendo en un propósito: No viviremos en vano.

Gracias Miles.







jueves, 13 de octubre de 2011

“porque no alzas tu voz, Agúzate"



“porque no alzas tu voz, Agúzate",
Decía en un muro de ladrillos de una de las calles por las que se entra al Distrito de Aguablanca. Mientras entraba, mi mente se sumía en los laberintos del recuerdo, que aguzaban tantos momentos de tantas mañanas coloridas del amarillo polvoriento que se colaba por las rendijas de la puerta de madera donde viví con mi madre.
Al llegar a sus entrañas, vi que estaba el mismo caño, con más cemento. Extrañé de inmediato el coro desafinado de muchas ranitas que orquestaban alegremente la bienvenida cuando llegaba a mis calles. Seguía vagando en el tiempo y veía a aquella tarde en la que jugaba con renacuajos y los guardaba en un tarrito pequeño. Fue uno de esos días en que desperté y vi mis chanclas flotando, lejos de donde las había dejado.
Ya no estaban los matorrales por donde correteaba persiguiendo a mis amigos para pegarles la “lleva“, en su lugar habían muchas casas, nuevas casas, hechas esta vez con más cemento que con barro y madera. Pero las personas eran casi exactas: las mismas miradas de esperanza, las voces de aliento y vigor, y aquellas sonrisas que ennoblecen espíritus.
Mis amigos, los niños del pasado parecían haberse congelado en el tiempo: Unos correteaban descalzos tras una pelota plástica, mientras que otros jugaban con cualquier cosa que convertían en juguete. Ilusiones eternas que juguetean sin parar. Pero ahora eran niños grandes, luchando en el día para conseguir mantener bien a sus familias, el “corre corre“ desenfrenado de un mundo escaso de oportunidades y que sólo recompensa a unos pocos.
Ya estaba ahí, caminando por las calles donde alguna vez corrí descalzo. Las mismas voces del pasado mencionaban mi nombre. El tiempo había construido su camino en el cuerpo de muchos, de todos. Pero en el mío también, por supuesto. Jugábamos a devolver el tiempo: a prender las lámparas de petróleos en frascos de mayonesa para iluminar las noches o a salir a la esquina a hacer fila con un balde en la mano para recoger agua. Pero hoy, aunque hay agua dentro de las casas y cables eléctricos alumbrando, aún se atizan muchas ausencias de bienestar.
Un rato después de estrechar manos y dar abrazos, volvía a partir. Me alejaba del mundo que me enseñó a vivir de manera primitiva, cuando Cali apenas paría el Distrito de Aguablanca. El sol parecía despertar el polvo hambriento que se venía con fuerza sobre mi cara. Mi cuerpo vagaba, mi mente se quedaba y mi voz hacía bulla en el sótano de mis recuerdos, aguzando miles de ideas para accionar.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Como Rodar una Bici


COMO RODAR UNA “BICI”
Itinerario de un documental a dos cámaras.

Por:
ALEXÁNDER CAMACHO ERAZO.


Los rines y radios encandecían con su brillo a los ojos incautos de curiosos que se asomaban a ver los cientos de ciclistas que rodaban por las vías. Algunos pedalazos iniciaban el camino por una ruta poco explorada, recorrida muchas veces, pero casi nunca vista. Disfrutaban el pedalear, el chirriar de la cadena y el efecto del viento que golpeaba los rostros de aquellos que parecían disfrutar el arropo constante del paisaje. Aquellos incautos parecían envidiar a los que rodaban moviendo sus piernas encima de sus “bicis”. Escuchaban con atención los discursos que hablaban sobre las virtudes de este transporte: democratización, movilidad sostenible, protección al medio ambiente, beneficio fisiológico, el goce paisajístico y muchas nociones que apenas inauguraban sus conocimientos.

Cuando empecé mis estudios de Comunicación Social tenía un objetivo claro: aprender formas de comunicación que me permitieran mostrar otras cosas, las no convencionales, que generen reflexión, que inviten a provocar lazos de solidaridad y motiven la participación ciudadana; lo que poco promueven los medios masivos de comunicación. Me propuse entonces a indagar y a reflexionar ante aquellos problemas fantasmales, los que tenemos en las narices todo el tiempo y gracias al modelo social que nos cobija, no podemos ver.

“La bicicleta es una forma de promover la democracia”. Argumentaba Carlos, un estudiante de último semestre de comunicación social que andaba merodeando por la facultad con el tema de la bicicleta y los múltiples beneficios que genera su uso. De ahí nacía su proyecto audiovisual Josefa, Diarios de Bicicletas. Quizá pocos comprendían esa idea, pero me era atractivo el término “democracia” y la idea natural de las virtudes ecológicas de ese sistema de transporte. De repente se empezaron a ver carteles, afiches y hasta vídeos en torno al tema del humilde vehículo. Imaginaba a los desprevenidos preguntándose acerca del tema: “¿cómo no se le ocurre a uno ese tipo de cosas?”. Poco se conoce acerca de la movilidad sostenible, de la economía de la energía humana, de la democratización y del disfrute del paisaje.

Mi experiencia previa al programa de comunicación social, había corrido la cortina y empezaba a mostrarme el mundo que no se presenta a diario (o que no se representa). Había comprendido el dominio ideológico que ejercen en las sociedades las diferentes instituciones sociales, entre ellas los medios de comunicación, una institución poderosa, capaz de influir y construir imaginarios en la mayoría de la población; sobre todo en aquella donde hay ausencia de las necesidades básicas, pues allí son menos posibilidades de ver más allá de lo que muestran los mass media. Comprendí entonces que los intereses de quienes están a la cabeza de los medios son los que asumen la mayoría de la ingenua y desprevenida población de los sectores populares.

La Fundación Prometeo se fundó a mediados del 2008. El objetivo fue promover, producir y divulgar productos mediáticos como respuesta a las necesidades del entorno social y cultural. En uno de sus proyectos PROYECTO DOCUMENTAL, JOSEFA, DIARIOS DE BICICLETA, Prometeo se alió a Cicloamigos con el objetivo de realizar un evento de ciudad al que llamarían Enbiciarte. Cicloamigos nació con el objetivo de defender y promover los derechos de los ciclistas y peatones. Un abogado y varios ciclistas se dieron a la tarea de organizar un grupo que se comprometió ante organismos jurídicos para defender contra viento y marea los abusos y la poca gestión que hace la administración pública frente a los peatones y los usuarios de las bicicletas. En el año del 2003 realizaron un evento, al que llamaron EnBiciarte. Allí se propusieron exhibir obras de arte que representaran las virtudes de este vehículo y el objetivo era propiciar la reflexión en la comunidad en torno a su reina de transporte.

Estaba más interesado en los efectos que tenían los medios audiovisuales en sus consumidores, pues la experiencia cotidiana y las teorías de dominación despertaban mi interés acerca de la efectividad “ideológica”, en aquellos que asumen lo que ven como la realidad de las cosas. Quise entonces estudiar comunicación social, aprender la teoría y las técnicas que ayudan a comunicar una idea, una historia. No quería crear historias de esas que valen cientos de millones y que se roban la imaginación de los espectadores alejándolos de sus mundos. Quería más bien representar sus propias historias, seguir sus vidas, representar sus mundos, tener la posibilidad de enseñarles todo aquello que no se muestra en los poderosos medios de comunicación.

En junio del 2008, ciclo amigos Y Prometeo se propusieron realizar un segundo EnBiciarte. En alianza con la fundación Prometeo, pretendían realizar un evento de grandes dimensiones, con invitados de reconocimiento nacional e internacional, exhibiciones artísticas en varios puntos de la ciudad y una jornada donde las bicicletas se tomaran las calles y desplazaran los automotores. Prometeo, se comprometía entonces a realizar un trabajo audiovisual que registrara las actividades para el desarrollo del evento y promover así la participación ciudadana en cuanto a organización y promoción de temáticas de interés general. Esto era el impacto social del proyecto Josefa, diarios de Bicicleta. La tarea era conseguir apoyo, recursos para el evento, pero también para cubrir los gastos del trabajo audiovisual. Desde ese entonces se dieron a la tarea de buscar los medios para poner en la cúspide de la opinión pública a su amada bicicleta.

Después de explorar teorías de la comunicación, de pasar por los medios sonoros y escritos, llegaría al campo audiovisual. Aquí asomaría la cabeza el área que motivaría mi interés: el cine documental, una forma que busca representar realidades. Claro, también aquí se manipula y se construyen realidades amañadas, pero ello abre las posibilidades de reducir el monopolio que tienen los grandes medios de comunicación. Mi interés en el trabajo documental se centraría en evidenciar hechos cotidianos, sobre todo en la verdadera “guerra” que se tiene que afrontar, en un país donde todo el tiempo se habla de la guerra armada y se olvida la otra, la que más muertos, desplazados y violencia desencadena, la de los ciudadanos comunes que luchan por sobrevivir. El fin es mostrar lo que la mayoría vivimos, pero no se ve y no vemos, es propiciar la participación ciudadana, educar para construir, para transformar.

Prometeo se encargó de elaborar una propuesta audiovisual que registrara el camino que seguiría cicloamigos en la búsqueda de recursos o apoyo de cualquier tipo para la realización del II Enbiciarte. Para ello se propuso la búsqueda de apoyo financiero, con el fin de contar con equipos técnicamente bien calificados. Sin dichos equipos, se registraban las primeras reuniones de cicloamigos. Además de planear y proponer el dispositivo y la forma de representar esa realidad, también el director se encargaba de la técnica de la cámara.

No sería fácil cumplir mi propósito. Este es un gobierno que ha hecho “bien” las cosas. La gente consume fácilmente la ideología que se vende a través de los canales privados. Es poco lo que se hace o se dice desde allí: Novelas tras novelas, seguidas de farándula, reinados de belleza, reallittys absurdos, programas para hacer reír a partir de situaciones tontas y partidos de fútbol, castran la posibilidad de construir, de elaborar lazos que anuden los intereses comunes, para una sociedad más humana. Sólo en medios escritos y un canal público de bajo Rating se logra hacer visible lo invisible, y aquellos periodistas son increpados, amenazados y algunos cuasi “desterrados”, cual infieles de una monarquía en plena edad feudal.

Después de muchas puertas tocadas y de algunas promesas de la administración municipal, los recursos no se consiguieron. Dos meses en una lucha infructuosa para conseguir apoyo financiero en una actividad de interés común. Dos meses en que se organizó, se promovió y se ejecutó el sueño de unos pocos que sin un peso lograron el principal objetivo: Conferencias en la Universidad del Valle, exhibiciones de obras artísticas en la biblioteca Centenario y una jornada donde cientos de bicicletas reinaron en las vías. No claudicó Cicloamigos sin recursos, no claudicó Prometeo sin recursos, no claudicaría yo, con ésta, la primera oportunidad de un largo camino que apenas inicia.
Seguí con la tarea del montaje, con la misma motivación, con las ganas de mostrar como se puede participar, como se pueden organizar, en contra del espaldarazo de un gobierno que hace “bien” las cosas. Ahora ya estaba montado en la bicicleta, dando los primeros pedalazos de una labor que alguna vez soñé.

lunes, 29 de agosto de 2011

Trabajando en mi pueblito, donde jugué de niño con los renacuajos.



Seguimos trabajando... Esto es apenas el comienzo de un largo camino que decidimos recorrer. El esfuerzo por lo que hacemos nos empuja al abismo de la realización de los sueños. Lo que vale es aportar, sea grande o pequeño, nuestras acciones están direccionadas a dejar huella.

lunes, 15 de agosto de 2011

Mas de 3.000 almas...


Mas de 3.000 almas me dieron su aliento el 14 de agosto, más de 3.000 almas creyendo en un proyecto, una ilusión... sus miradas y abrazos de esperanza me llenan de ilusiones. Sí es posible, un mejor presente nos espera.

Gracias miles, se que hay muchos más.

domingo, 17 de julio de 2011

El pueblo educado...


Alguna vez escuché en una marcha gritar: “El pueblo educado, jamás será explotado“. Sí, estoy convencido: La educación es la tabla de salvación.

Cuando se habla de inseguridad, de violencia y de miedo social en nuestra ciudad, la mayoría de la población y los medios de comunicación enuncian una solución inmediata, que consideran eficaz: Militarizar. Incluso la mayoría de los políticos aluden al tema de incrementar el pie de fuerza. ¿pero esto de verdad es garantía de seguridad?

Es probable. La bota militar genera miedo, terror, tanto a los malos, como a los buenos y la represión es una de las formas de controlar el Estado, pero en este contexto no es la única salida, o mejor dicho, diría que no es la apropiada. Pienso que hay que atacar la raíz del problema. Con Hambre, sin tener como pagar Seguridad social, con problemas para pagar arriendo, sin un trabajo estable y bien remunerado o sin tener como ir un domingo a recrearse, el acabar con la inseguridad es una utopía.

Por ello debemos cuestionar y revisar con detalle las políticas que buscan utilizar los recursos en asfalto y en embellecimiento urbanístico. En nuestro contexto el énfasis se debe dar a la inversión social: Educación, salud, vivienda, recreación y deporte. De nada nos sirve tener un estadio de fútbol para un mundial o 21 super construcciones, cuando en las entrañas de nuestra ciudad hay cientos de niños desnutridos que no van a la escuela (el porcentaje de inasistencia llega al 35% de acuerdo al informe Cali en cifras), la mayoría de la gente de los sectores populares no tienen una eficiente prestación del servicio de salud, el 15,4% de los caleños están desempleados (cifras del DANE a mayo del 2011) y los semáforos se inundan de personas que buscan sobrevivir (y no menciono aquí muchos otros problemas sociales que tienen igual importancia).

Entonces, ¿cómo no vamos a vivir inseguros cuando la inversión social no es prioridad en las políticas públicas?

Por eso el llamado es a que desde las entrañas de nuestra ciudad se gesten las propuestas de inversión pública. Necesitamos que las comunidades se apropien de los debates en torno a la inversión del municipio, que desde abajo se propongan y se aprueben o desaprueben los acuerdos que se debatan en la administración municipal.

La pequeña revolución que propongo (y no es un invento personal) está fundamentada en los procesos de formación, en la educación. En que la gente del pueblo, del verdadero pueblo, reconozca los derechos mínimos constitucionales, desde el señor que vende dulces en la esquina, hasta la señora que vende chance. Todos debemos saber que el preámbulo de la constitución política dice: “El pueblo de Colombia, en ejercicio de su poder soberano“. Somos nosotros los llamado a direccionar las políticas de nuestro país y los representantes que elegimos deben estar a nuestro servicio. Además, no creer a ciegas en todo lo que enuncian o a las justificaciones que dan ante las legislaciones.
Debemos educarnos, formarnos, conocer el camino de las posibilidades que tenemos como pueblo en el ejercicio democrático.

Por eso no debemos creer en soluciones amañadas como el del problema de seguridad, cuando se dice que se soluciona con la fuerza militar. Debemos reclamar y exigir que las políticas públicas se encaminen a la inversión social. Debemos reclamar cuando hay destinación exagerada de recursos para construir carreteras y grandes edificaciones. Recordemos también que todos esos dineros salen de nuestros bolsillos. No permanezcamos más impasibles ante el manejo político de nuestra ciudad, es tiempo de aguzarnos, es tiempo de educarnos… “El pueblo educado, jamás será explotado“.

martes, 31 de mayo de 2011

Compartiendo con los sabios.



Sus manos llenitas de tiempos infinitos me abrazan, buscando contagiarme del resto de sus energías...


Sus párpados se sostienen con el ímpetu de sus días y sus miradas me reflejan el amor por la vida, las ganas de mantenerse en el cosmos, cada minuto, cada instante...


Un acto de fé, es escucharme, y una fuerza que me impulsa es acompañarles...


Vale la pena vivir, vale la pena ser visibles, ante un mundo que algunas veces los ahoga y los pierde en el tiempo...


Gracias sabios del tiempo, por dejarme entrar a sus cosmos y llenarme a mí de vida.

















GRUPO DE LA TERCERA EDAD: LAS ISLEÑAS.




miércoles, 18 de mayo de 2011

Compartiendo con mi gente...














CORREGIMIENTO BELLAVISTA, LOS ANDES, LOS CRISTALES.




El domingo 15 de mayo tuvimos un sancocho comunitario en un corrregimiento cercano a Cristo Rey en Cali.


Es maravilloso robarle una sonrisa a la gente que vive en los sectores marginales. Compartir con ellos un momento de mi vida es darle sentido al respirar...


Agradezco al cielo infinito la posibilidad de poder vivir lo que estoy viviendo.

viernes, 13 de mayo de 2011

La llamada educación

Cuando era niño mis papas me decían: “hay que estudiar para ser alguien en la vida”. Y tenían mucho de cierto. Mi tía era una profesional de mucho respeto y los vecinos llegaban a la casa para pedir ayuda en las tareas o situaciones cotidianas de difícil solución.

En aquel entonces, la educación tenía un cierto prestigio social, pero también representaba una posibilidad de ascenso económico y una oportunidad para recompensar la inversión hecha por los padres. El cartón de profesional se exhibía como un valioso trofeo y su poseedor tenía en sus manos casi que un futuro asegurado. Así mismo, el maestro era respetado. Ser maestro representaba liderazgo, opinión y sobre todo respeto. Desde el punto de vista salarial tenía los beneficios merecidos y muchos deseaban tener el honor de ser llamado Licenciado.

Pero todo cambia, y no necesariamente para bien. Poco a poco las leyes ministeriales insertaron en el sistema educativo la flexibilización de los procesos de enseñanza, a la vez que se disminuyeron los salarios y los beneficios de los maestros estatales. La legislación educativa favoreció la proliferación de múltiples instituciones privadas, y éstas en vez de ser un complemento a la falta de cobertura de las instituciones públicas, se convirtieron en un obstáculo para mejorar los procesos de enseñanza.

A nivel de educación primaria y secundaria, se legisló la ampliación de cobertura en las instituciones privadas. Lo bonito de la ley era que los niños y jóvenes de los sectores populares tenían garantizado el acceso a una educación casi “gratis”, sin importar lo público o lo privado de la institución educativa. Lo feo fue que muchos aprovecharon el “negociazo” y metieron pupitres en sus garajes, colgaron tableros y contrataron estudiantes de licenciatura o de cualquier otra carrera, para que enseñaran a cambio de un sueldo miserable, en relación con el número de estudiantes que debían educar. A cambio, los dueños de los garajes recibían $500.000 o $600.000 anuales por estudiante. El resultado: Hacinamiento, mala calidad de enseñanza, deficiencia de espacio físico y falta de herramientas pedagógicas. Todo ello sería igual a una deficiente formación académica.

En la educación superior, empezaron a florecer cientos de instituciones privadas, técnicas y tecnológicas que pretendían entregar jóvenes al mercado laboral con un conocimiento más práctico que teórico. Ello apareció como la oportunidad perfecta para muchos que vieron la posibilidad de montar su “negocio” con ello. De ahí que se empezaron a ofertar diferentes carreras técnicas y/o tecnológicas, sin ni siquiera contar con las herramientas necesarias para cada uno de los programas que ofrecían. Tristemente la educación se convirtió en una mercantilización, no del conocimiento ni de los saberes, sino de ingenuos cerebros con ganas de formarse. A esto se le suma la deficiencia administrativa, las precarias condiciones salariales en las que se encuentran los docentes y las promesas incumplidas a los jóvenes que llegan con ilusiones de aprender algo con que defenderse en este difícil sistema.

Hoy día aún los padres dicen a sus hijos: “hay que estudiar para salir adelante”. Aún existe la ilusión de que el sistema educativo nos “salve”. Y debería ser así. Yo también confío en ello. El problema es que el prestigio que tenía antes, se perdió, sobre todo en estos últimos gobiernos se han interesado más en armas que en educación. No sólo es querer estudiar, es también ver las garantías que las instituciones ofrecen (sobre todo las privadas), y el panorama es complicado, cuando estas instituciones priorizan el negocio por encima del compromiso del saber. Recuperar el prestigio y el sentido de la educación, demanda una tarea ardua y compleja.

Pero es hora de tomar iniciativas que busquen la exigencia a estas instituciones para que se comprometan de manera seria y responsable a la labor que dicen hacer. Recuperar la calidad de enseñanza es exigir un buen control administrativo, un currículo acorde a las necesidades del entorno y de los materiales que disponen las instituciones, y un salario digno para los docentes calificados que participen del proceso. Hablo aquí de la educación privada.
En cuanto a la educación pública, el trabajo se debe enfocar en las prácticas pedagógicas del docente. Pero se necesita ir más allá de la escuela como espacio físico: es necesario insertar al padre de familia dentro del proceso educativo, promover las escuelas de padres, de tal forma que se acompañe el proceso de formación desde la casa.

En ambos casos se requiere dignificar la labor del maestro. Un maestro mal remunerado y con pagos atrasados poca garantía ofrece para una eficiente formación. Es hora de exigir a estas instituciones privadas que conviertan su negocio en un verdadero espacio donde confluyan los verdaderos saberes y que brinden la oportunidad a la gente de los sectores populares de “ser alguien en la vida”.

domingo, 8 de mayo de 2011

En mis calles, las de los sectores populares.




En las calles de los sectores populares aprendí a vivir. Correteando descalzo con las rodillas peladas, tocaba la puerta de mis amigos para jugar con la pelota de plástico al "metegol".


En las calles de los sectores populares jugué alguna vez a coleccionar renacuajos en un tarrito... habían muchos, después que se salía el caño por las fuertes lluvias.


En las calles de los sectores populares vendía periódicos, los domingos a las 5 de la mañana estaba donde pachito recibiendo las noticias del día, para salir a venderlas, a cambio de unas monedas.


En las calles de los sectores populares aprendí a vivir y a pensar en el otro, cuando hacían una recolecta para ayudar al entierro del esposo de mi vecina.


En las calles de los sectores populares quise estudiar, para comprender porque algunas veces mi papá no tenía para pagar los recibos públicos y nos quitaban el abastecimiento del agua.


En las calles de los sectores populares sigo viviendo... luchando... trabajando...

martes, 26 de abril de 2011

martes, 29 de marzo de 2011

DE LOS SUEÑOS A LA REALIDAD


Muchos caminos he recorrido, todos me han llevado a pensarme más allá de mí mismo, más allá de lo que soy…

En ellos me encontré con muchas personas que luchaban a diario por vivir, luchaban por su felicidad. Pero también me tope con la injusticia, con la desdicha, la tragedia, el dolor y la desolación.

Como ser humano, siempre intenté tender la mano hasta donde más llegara, hasta donde más posibilidades hubiese de agarrar. Tuve la fortuna de llegar a muchos que tenían el mismo interés, que me ayudaron, que tuvieron más fuerzas y más capacidad de hacerlo y me impulsaron aún más pensar en el otro.

Ahora sigo caminando, buscando un nuevo propósito, queriendo llegar donde se puede tender más que una mano. Muchos me impulsan, me acompañan y lograrlo no es una utopía, es un sueño que será realidad.

Lo que he vivido, lo que he hecho y lo que sueño,  quisiera hacerlo realidad en el concejo del Municipio de Santiago de Cali.

Espero que me acompañen…

martes, 4 de enero de 2011

Cuando la tragedia es nuestra...


El año pasado hemos sufrido una de las peores épocas invernales. La lluvia arrasó no sólo con muchas viviendas y todo lo que se encontraba a su paso, sino que también se llevó vidas de animales y de seres humanos. A la gran mayoría se le llevó la esperanza de un hogar, de una vivienda, así fuera de madera, latas o ladrillo.

Según cifras aproximadas, hay más de dos millones de damnificados, muchos con el agua casi hasta el cuello que no saben que hacer con sus vidas.

Todo el mundo habla del desastre natural. ¿desastre natural?

No diría yo y dirán muchos. No es un desastre natural, es el curso natural, la naturaleza misma que actúa de manera instintiva ante nosotros. Fácil es juzgar y acusar a la naturaleza, cuando somos nosotros quienes alteramos su instinto. Podría hablar del calentamiento global, de la tala de bosques, de la desigualdad de recursos que conllevan a las personas a habitar las riberas de los ríos o de muchas otras causas humanas para que haya ocurrido la tragedia invernal.

Parece que la misma naturaleza enfurecida nos hiciera saber quien es más grande, quien tiene mas poder. Parece que nos quisiera dar una lección, para que no olvidemos el porque los aborigenes adoraban y vivían en armonía con la naturaleza.

La invitación apunta a que auxiliemos a los damnificados, a que nos solidaricemos con su tragedia. Pero también apunta a que auxiliemos la naturaleza, a que cuidemos un poco más de la vitalidad que nos da. No olvidemos que provenimos de ella y en ella nos extinguiremos.







Crónica radial: Los hombres que miran al piso.

Crónica que retrata la vida una persona que vive en la calle. A diario lucha por sobrevivir, mientras que un periodista aventurero quiere una entrevista para indagar acerca del hambre.

Recortes del documental La Ilusion. Momentos...

Trailer Documental La Ilusión

El tema de la desilusión escolar tiene su origen en una investigación desarrollada desde el campo de la sociología. Se trata de indagar aspectos del sistema educativo, haciendo énfasis en aquellos estudiantes que asisten a la institución, pero no les agrada la parte académica. Es lo que he llamado desilusión, otro tipo de deserción escolar, pues a pesar de que sus cuerpos están presentes, su mente vaga en busca de otras ilusiones.

Trailer Documental La marcha

El 6 de marzo de 2008 se llevo a cabo una marcha “En contra de los crímenes de Estado y los asesinatos de los paramilitares” convocada por el Movimiento nacional de las victimas de los crímenes de Estado. A esta marcha se unieron organizaciones sindicales, educativas, del sector de salud, desplazados, familiares de las victimas y grupos en defensa de los derechos humanos, entre muchos otros. Estas personas fueron asesinadas cuando buscaban reivindicar u organizar a sus comunidades con el fin de mejorar el acceso a las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Reivindicaciones que pretendían cambiar las condiciones de vida de personas como Don Juan y Puener.

Una canción desesperada

Vídeo que muestra el dilema causado por los humanos, debido al atropello cometido con los demás seres vivos... Libres los matamos, presos los desesperamos, hasta la muerte...

Hakuna Matata

Ejercicio de montaje, que anima a los personajes del vídeo Hakuna Matata... El propósito es describir elementos particulares de la Zuricata y el Tatabro.

Buscando a Marcela. Radionovela

Ejercicio de montaje: Remembranza

Ejercicio académico que busca representar la teoría de Kulechov: “El efecto Kuleschov puede definirse como cualquier serie de planos que en ausencia de un plano de situación lleve al espectador a deducir todo el espacio a partir de la visión solamente de porciones de ese espacio”.

El espejo, Sonoviso

El sonoviso es un trabajo especializado en la fotografía, donde interviene el sonido, como un elemento clave para la narratividad. El espejo narra la historia de Jimmy, un hombre común y corriente que se encuentra a sí mismo algunas noches...