domingo, 25 de julio de 2010

Cuento: El cielo siempre llorará


El cielo lloraba sin consuelo y parecía condolerse de Pedro, Luciano y otro hombre que con sus manos encadenadas caminaban abajo de él. Sus enormes lagrimas resbalaban por esos cuerpos y terminaban ahogando cientos de hojas que cubrían el piso. Otros cuatro hombres armados los guiaban, aunque no parecían no tener rumbo. Quien sabe cuántos kilómetros habían quedado atrás de los miles de pasos dados.Tampoco podían ya saber cuanto era el dolor en sus tobillos, después de tanto asentar y levantar los pies con fuerza del fango que intentaba no dejarlos andar. Los zapatos cedían ante el barro. Eran incapaces de resistir al sendero que parecía no tener fin.

El cielo se calmaba un poco. Pero aún sollozaba y con cada suspiro una corriente de frío se colaba entre la ropa de los caminantes hasta llegar a lo más profundo de sus huesos. La oscuridad había llegado. Algunos de ellos no podían ya sostener los párpados arriba. Bostezo tras bostezo, anhelaban tener un lugar cómodo donde tirar sus cuerpos.

Los empujones por la espalda de quienes guiaban aceleraban el andar. Poco se podía ver al caminar y los pies de Pedro sobrepasaban ya el tamaño de sus zapatos. Un paso mal dado hizo que su cuerpo abrazara en el piso una hojarasca llena de lodo, mientras su cabeza golpeaba la punta de la bota de uno de los que guiaba el camino. En su boca había algo de barro y hojas. Hubiera dado todo porque fuera algo que deleitara su paladar.Hacía ya dos días, que había comido lo que había querido en el hotel y lo último que había ingerido había sido temprano, cuando apenas el sol es exhibía en el cielo. Un ruido quemaba su estómago desde las horas de la tarde, al tiempo que su boca se abría y cerraba en lapsos muy cortos. Un niño bostezando en los brazos de una mujer le llegaba a su mente. Ella en el semáforo y el brazo estirado, mientras indiferente subía el vidrio. Las mejillas curtidas del rostro gris con la mirada angelical permanecía en su mente al tiempo que el estómago ardía. Ahora era él quien imploraba por comida, deseando que ese trozo de barro calmara ese vacío que dolía.

Un hombre le ordenaba que se parara rápido, mientras que el frío de la punta de un cañón tocaba su frente. Su amigo Luciano ayudaba a levantarlo, mientras escupía los últimos trozos de hojas. Tiempo después se detuvieron. Ello servía únicamente para dejar de caminar, pues el dormir era sólo cómodo en la memoria y la culpa la tenían los miles de insectos que merodeaban alrededor, la alfombra de barro con hojas húmedas y el frío que se resistía a abandonar la ropa mojada que llevaban puesta.

La oscuridad absorbía el espacio y el silencio sólo era agredido por una armonía incesante de chicharras, y uno que otro sollozo de quienes ardían en angustia. El cielo de nuevo lloraba, y su llanto lastimero hacía que ellos también lloraran.

El ardor en el estomago de Pedro era cada vez más intenso. Sentía ahora dolor en su quijada de tanto abrirla y cerrarla a la vez que sentía su cabeza como sí le crecería cada minuto. Luciano y la otra persona ya estaban masticando algunas hojas del camino, mientras que tomaban el agua que caía del cielo acumulándola en las palmas de sus manos. Las chicharras continuaban su llanto incesante, como el cielo, como su hambre. El rostro del niño llegaba de nuevo a su cabeza. Sus ojos brillosos, su madre angustiada. Siempre ahí, su brazo estirado, su mano abierta esperando recibir en el mismo semáforo. Pedro sin hacer nada siempre se iba.

Cuando la oscuridad empezaba a desteñirse, y ocn el cielo aún sollozando, dos mujeres armadas llegaban con una olla negra, grande y llena de hendiduras por todos lados. La ansiedad se apoderaba de los que iban encadenados y los armados. Cualquier cosa que hubiera en la olla sería un manjar. Ya Luciano había recibido su porción y le mostraba a Pedro el arroz con lentejas duras. La mujer que servía le aclaraba que no eran lentejas, eran piedras. Era arroz con piedras. A Pedro no le importaba, quería tener en su boca algo que comer. Estiraba su brazo para recibir en un recipiente lo que sería su manjar. La imagen del rostro del niño llegaba a su mente, cargado por su mamá con un solo brazo, mientras el otro se estiraba pidiendo algo para comer. La mirada llena de angustia de la mujer en el semáforo estirando el brazo para pedir comida, se sobreponía al de aquella mujer armada que lo tenía estirado para darle a él comida. Pedro se quedaba suspendido en el tiempo para constatar lo que había en su mente: No era imaginación, era esa misma mirada que ahora no estaba en su mente, estaba en frente suyo sirviéndole para calmar su hambre. El cielo no podía dejar de llorar.





miércoles, 14 de julio de 2010

POLITICOS SOMOS TODOS!

El polvo de los sueños se levanta del asfalto irregular de las calles
a causa de las infinitas pisadas de muchos que empiezan un nuevo andar.
Las manos mallugadas por el tiempo encuentran asideros en enérgicos
y nuevos puños que empujan al abismo la desidia
y la apatía que reinaba hasta hace poco…


Aristóteles considera al ciudadano como político. Aquel que no lo sea pierde el estatus de ciudadano: “El ciudadano es aquel hombre político, que es o puede ser dueño de ocuparse, tanto personal como colectivamente de los intereses comunes y tiene participación en los asuntos públicos.”
Debemos entender que los políticos no son únicamente aquellos que gobiernan, si no que políticos podemos ser todos. Así, no solamente participamos en la política, ni somos políticos cuando vamos a votar, pues el ser político implica deliberar, proponer y ejecutar en aras de un beneficio común.
Celebro el espíritu comunitario y social que tienen muchos líderes de base, gente del común que promueven el deporte, la recreación, la educación y la cultura. Aquellos que desarrollan planes para consolidar propuestas de mejoramiento social y económico en los habitantes de su sector y sus alrededores.
Se trata de personas que sin tener una profesión, se han dedicado gran parte de sus vidas a velar por asuntos públicos, con el interés de mejorar las condiciones de vida en un sector marginado y muchas veces aislado de políticas públicas.
Se trata de políticos. Políticos en términos Aristotélicos, en la medida en que participan activamente en función de la ciudad, proponiendo y actuando en asuntos públicos. Políticos que a pesar de que afrontan por sí mismo sus propias necesidades, además de su lamentable reconocimiento económico, están en pie, luchando de manera solidaria con su gente.

Políticos somos todos, todo el tiempo.

Crónica radial: Los hombres que miran al piso.

Crónica que retrata la vida una persona que vive en la calle. A diario lucha por sobrevivir, mientras que un periodista aventurero quiere una entrevista para indagar acerca del hambre.

Recortes del documental La Ilusion. Momentos...

Trailer Documental La Ilusión

El tema de la desilusión escolar tiene su origen en una investigación desarrollada desde el campo de la sociología. Se trata de indagar aspectos del sistema educativo, haciendo énfasis en aquellos estudiantes que asisten a la institución, pero no les agrada la parte académica. Es lo que he llamado desilusión, otro tipo de deserción escolar, pues a pesar de que sus cuerpos están presentes, su mente vaga en busca de otras ilusiones.

Trailer Documental La marcha

El 6 de marzo de 2008 se llevo a cabo una marcha “En contra de los crímenes de Estado y los asesinatos de los paramilitares” convocada por el Movimiento nacional de las victimas de los crímenes de Estado. A esta marcha se unieron organizaciones sindicales, educativas, del sector de salud, desplazados, familiares de las victimas y grupos en defensa de los derechos humanos, entre muchos otros. Estas personas fueron asesinadas cuando buscaban reivindicar u organizar a sus comunidades con el fin de mejorar el acceso a las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Reivindicaciones que pretendían cambiar las condiciones de vida de personas como Don Juan y Puener.

Una canción desesperada

Vídeo que muestra el dilema causado por los humanos, debido al atropello cometido con los demás seres vivos... Libres los matamos, presos los desesperamos, hasta la muerte...

Hakuna Matata

Ejercicio de montaje, que anima a los personajes del vídeo Hakuna Matata... El propósito es describir elementos particulares de la Zuricata y el Tatabro.

Buscando a Marcela. Radionovela

Ejercicio de montaje: Remembranza

Ejercicio académico que busca representar la teoría de Kulechov: “El efecto Kuleschov puede definirse como cualquier serie de planos que en ausencia de un plano de situación lleve al espectador a deducir todo el espacio a partir de la visión solamente de porciones de ese espacio”.

El espejo, Sonoviso

El sonoviso es un trabajo especializado en la fotografía, donde interviene el sonido, como un elemento clave para la narratividad. El espejo narra la historia de Jimmy, un hombre común y corriente que se encuentra a sí mismo algunas noches...