lunes, 2 de julio de 2018

El abrazo más lindo del mundo.



Era el campeonato mundial de fútbol en Rusia 2018. En el televisor se transmitía el partido entre Brasil y Suiza. Cada vez que aparecían los jugadores de Brasil en la TV, los señalaba con la mano empuñada y mi dedo pulgar hacia arriba mirando a mí hermano Davinson. Éste a su vez hacía un gesto de desagrado y moviendo su mano grande de manera brusca, la empuñaba y con su dedo pulgar también señalaba al mismo equipo, pero hacia el piso.

Tenía 8 años cuando me llegó la noticia: Lo bajaron del “Chirimoyo”. No entendía, -ni lo entiendo hasta ahora- que significaba la palabra “Chirimoyo”, pero sí entendía que al nacer mi hermano, podría perder la prioridad de las demostraciones afectuosas a las que mi mamá me tenía acostumbrado. A pesar de eso, sentía no tener ninguna preocupación, al contrario, me daba mucha felicidad poder tener alguien con quien poder compartir todas esas tardes eternas cuando jugaba sólo a ser un superhéroe. 

Ahora estiraba su dedo corazón hasta que se quedara erguido, hacia arriba, mientras el resto de los dedos los apretaba con la palma de su mano. Seguía señalando a los jugadores de Brasil. Al tiempo doblaba sus piernas hacia arriba con brusquedad. Las ruedas de la silla se movían levemente hacia atrás. Mi dedo pulgar seguía hacia arriba y le mostraba, ofreciéndole con la otra mano un billete de 2.000 pesos. En ese momento tiró su cabeza hacia atrás y sin mirarme, dejó de hacer el gesto con su mano y empujó las ruedas hacia atrás, alejándose, con la vista en otro lugar.

Fue mi tío quien me llevó al hospital del Barrio Alfonso López. Y cuando pude entrar hasta donde mi mamá, ahí lo vi: Chiquito. Muy chiquito. Arrugadito. Con los ojitos cerrados y un poquito brotados. Trigueñito. Sus piernitas chiquitas y flacas estaban dobladitas. El asombro me duró algún tiempo. Nunca había visto a alguien tan chiquito.
Fue creciendo y no entendía muy bien porque no pronunciaba mi nombre. Tampoco entendía por qué mi mamá y mi padrastro siempre lo cargaban, a pesar de poder caminar como los demás niños. Sin embargo eso no era problema. La pasábamos jugando en la cama y peleábamos con un oso de peluche que intentaba tirarme hacia un abismo lleno de culebras. Pero ahí estaba mi hermano: Siempre me salvaba agarrándome duro del brazo, para no dejarme caer.
Pasaba el tiempo y veía a mi mamá intentando todo: clara de huevo crudo en las rodillas, caldo de palomo, terapias en un instituto especial. Mil cosas, mil formas, mil amores de ella y de toda mi familia. Quería y queríamos todos que el niño pudiera caminar. Soñé un día verlo correr y jugar conmigo en la sala de la casa. Así fue creciendo y nos empezamos a acostumbrar verlo desde su silla regalando abrazos y sonrisas a todo el que veía. 

El partido seguía. Me fui hacia él mientras le mostraba el billete y le insistía mostrándole el dedo pulgar sobre la misma imagen. Frunció su seño como pocas veces lo hace y empuñó su mano derecha. Después se distensionó, pero ante mi acoso, templó sus brazos y con una mano estiró un dedo al frente y en la otra estiró dos. Al tiempo cerraba su boca y hacía un gesto de “mimado” típico cuando un niño está a punto de llorar. Me mostraba un 1 y un 2, con tristeza.

 
No nos dimos cuenta cuando dejó de ser niño. Y aprendió desde su silla, con movimientos bruscos a punta de señas a hacer muchas cosas. También a comunicar muchas otras. No se paró de la silla. Entendí luego que una meningitis lo había dejado sentado para siempre. Se entretenía viendo televisión, especialmente los canales de deporte. Principal y luego exclusivamente, canales de fútbol. Al ver a mi hermano menor y a mí con la afición por la selección Colombia, terminó amando a esos once hombres que corren por un balón con ese uniforme que tiene una figura de balón en la parte del pecho sobre el lado izquierdo.
Por estos días del mundial de fútbol, cuando llego a visitarlo, siempre sale en su silla y después de una sonrisa y de abrir sus brazos para que me le vaya encima, me muestra un círculo irregular que logra hacer, tocando la punta de su dedo índice y su dedo pulgar de la mano derecha, en el lado izquierdo de su pecho. Una de las emociones más grandes que tiene es cuando juega la selección Colombia. Ama la selección Colombia.

No entendía lo que me quería decir mostrándome un uno y un dos con sus manos, hasta que hizo el gesto de mimado, de lamento. Entendí perfectamente lo que me estaba diciendo. Claro, Colombia 1, Brasil 2. Perdimos con ellos en el mundial 2014. Se acordaba. Jamás iba poner el dedo pulgar hacia arriba cuando aparecen los jugadores de Brasil. No hubo remedio, le di los 2.000 pesos. Me regaló su sonrisa y luego, el abrazo más lindo del mundo.

Crónica radial: Los hombres que miran al piso.

Crónica que retrata la vida una persona que vive en la calle. A diario lucha por sobrevivir, mientras que un periodista aventurero quiere una entrevista para indagar acerca del hambre.

Recortes del documental La Ilusion. Momentos...

Trailer Documental La Ilusión

El tema de la desilusión escolar tiene su origen en una investigación desarrollada desde el campo de la sociología. Se trata de indagar aspectos del sistema educativo, haciendo énfasis en aquellos estudiantes que asisten a la institución, pero no les agrada la parte académica. Es lo que he llamado desilusión, otro tipo de deserción escolar, pues a pesar de que sus cuerpos están presentes, su mente vaga en busca de otras ilusiones.

Trailer Documental La marcha

El 6 de marzo de 2008 se llevo a cabo una marcha “En contra de los crímenes de Estado y los asesinatos de los paramilitares” convocada por el Movimiento nacional de las victimas de los crímenes de Estado. A esta marcha se unieron organizaciones sindicales, educativas, del sector de salud, desplazados, familiares de las victimas y grupos en defensa de los derechos humanos, entre muchos otros. Estas personas fueron asesinadas cuando buscaban reivindicar u organizar a sus comunidades con el fin de mejorar el acceso a las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Reivindicaciones que pretendían cambiar las condiciones de vida de personas como Don Juan y Puener.

Una canción desesperada

Vídeo que muestra el dilema causado por los humanos, debido al atropello cometido con los demás seres vivos... Libres los matamos, presos los desesperamos, hasta la muerte...

Hakuna Matata

Ejercicio de montaje, que anima a los personajes del vídeo Hakuna Matata... El propósito es describir elementos particulares de la Zuricata y el Tatabro.

Buscando a Marcela. Radionovela

Ejercicio de montaje: Remembranza

Ejercicio académico que busca representar la teoría de Kulechov: “El efecto Kuleschov puede definirse como cualquier serie de planos que en ausencia de un plano de situación lleve al espectador a deducir todo el espacio a partir de la visión solamente de porciones de ese espacio”.

El espejo, Sonoviso

El sonoviso es un trabajo especializado en la fotografía, donde interviene el sonido, como un elemento clave para la narratividad. El espejo narra la historia de Jimmy, un hombre común y corriente que se encuentra a sí mismo algunas noches...